lunes, 10 de agosto de 2009

Trabajar con un grupo


En el grupo era toda gente desconocida pero que tenía una misma búsqueda. Yo no entendía nada de cómo se efectuaba esa búsqueda, pero al verlos sentí que todos querían convertirse en seres humanos completos, es decir, que también buscaban conectar con algo superior y que para llegar allí también tendrían que haber buscado de la misma forma en que yo lo había hecho.

Aunque su búsqueda hubiera comenzado por otros caminos, que convergiéramos todos al mismo trabajo, para mí era algo mágico. Maravilloso.

Con el tiempo pude comprender (porque en teoría ya lo había leído, pero me resultaba muy difícil verlo en mí) que hablar de un personaje en uno ayuda a despegarse de él. Por eso muchas veces en los grupos se habla en tercera persona. Luego de asistir a algunos grupos pude empezar a levantar algún velo y tuve la posibilidad de ser testigo de cómo los personajes (las distintas facetas opuestas y complementarias de nuestra personalidad) se manifestaban a través de mí. Lo que antes era una identificiación total con aquellos personajes, con el tiempo comenzó ceder y empecé a detectar que no eran realmente "YO", sino una reacción aprendida, una programación familiar o cultural. Ese algo que dice o hace mecánicamente, sin que YO esté realmente presente…

De pronto me vi en uno de mis empleos diciendo....”esto no es justo, vos no podés hacer esto con un cliente” y allí vi algo actuando a través mío. Pude ver cómo “alguien en mí” califica todo el tiempo de justo o injusto, cómo alguien en mí dice lo que se puede hacer y lo que no, alguien en mí que se enoja y se enoja muchísimo por cosas que en realidad están más allá de su alcance.

Así, algunos supuestos que estaban en mí se fueron poniendo en cuestionamiento más conciente.

Hoy siento un principio de aire. Como si algo comenzara a despegarse de mí, como una piel vieja y reseca que se desprende después de mucho tiempo de sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario